Pretenden involucrar e integrar al alumno en el proceso de enseñanza – aprendizaje.
Estos estilos entrañan varias diferencias con los tradicionales, ya que en estos se pretende
conseguir una intervención activa de los alumnos. Este estilo de enseñanza engloba la enseñanza recíproca, los grupos reducidos y la microenseñanza.
En el deporte que nos concierne, la enseñanza recíproca es de fácil y de frecuente aplicación. Los alumnos, colocados por parejas, conocen la tarea a realizar y mientras uno de ellos ejecuta, el otro ejerce de observador, valorando la tarea de su compañero. Es importante que el docente explique qué aspectos de la ejecución del compañero son los que se deben observar, que variarán en función del grado de los alumnos. Por ejemplo en la realización de una técnica de pierna mawasi geri hay que fijarse en el giro de la pierna que se apoya en el suelo, posición de los brazos, parte del pie que golpea, equilibrio, etc. Uno de los alumnos ejecuta la técnica y el otro controla, observa y evalúa.
Los grupos reducidos consisten en varios alumnos agrupados con diferentes roles: evaluador, ejecutor, observador, anotador, etc. Un ejemplo de su aplicación aproximada al karate, podría ser la ejecución de un kata por parte de un compañero mientras el resto del grupo observa diversos aspectos: ejecución técnica, chakugan (mirada y focalización de la atención), kime (focalización de la potencia), embusen (línea de ejecución del kata), dachi (posiciones), etc. Este estilo supone un alto grado de protagonismo y motivación para los alumnos dadas sus funciones, aunque el aprovechamiento del tiempo motriz no es muy elevado.
La microenseñanza no es difícil de encontrar en los tatamis, siendo elevada la variedad de cinturones que suele haber en las clases. Consiste en un alumno que ejerce las funciones del profesor. El docente real se encargaría de dar instrucciones a quienes tienen el papel de alumno-profesor. Un ejemplo sería un cinturón verde que enseña el kata Pinan Sodan a compañeros de cinturón blanco y otro cinturón negro que transmite el kata Pinan Godan a cinturones azules.
Estilos de enseñanza individualizadores
Atienden a las características de los alumnos: particularidades, inquietudes, motivaciones, posibilidades, limitaciones, etc. Dentro de los estilos individualizadores de aplicación a nuestro deporte destacan el trabajo por grupos y los programas individuales.
El trabajo por grupos consiste en la formación de grupos de trabajo según distintos criterios, como pueden ser: grupos de nivel (alumnos del mismo cinturón), grupos de intereses (según la preferencia que los alumnos muestren por las actividades planteadas) o grupos mixtos (combinación de los anteriores criterios). Se atiende, por tanto a las diferencias individuales. El ejemplo más sencillo en el karate sería la división de la clase en dos grupos: kata y kumite, donde los alumnos deciden qué prefieren según sus motivaciones e intereses. Otro ejemplo sería la organización de grupos según la ejecución técnica: se forman varios grupos de alumnos que realizarán técnicas de pierna, trabajo de kihon, trabajo de ipon o sambon kumite, etc., todo ello según el criterio que quiera aplicar el docente: elección libre por parte de los alumnos o grupos de nivel. Si se considera este estilo en la preparación para una competición de varios alumnos, el docente realizaría los grupos de trabajo según las carencias y necesidades de los deportistas.
Los programas individuales se basan en un programa elaborado específicamente para un alumno determinado, quien lo llevará a cabo con un amplio margen de toma de decisiones, pues decide cuándo empezar, cuándo acabar y el ritmo de ejecución, siendo por tanto una enseñanza de tipo indirecto. Los programas individuales requieren por tanto un alto nivel de responsabilidad y madurez por parte de los deportistas. El profesor ejerce de elaborador del programa de trabajo y controlador del mismo. Los contenidos ideales para la utilización de este estilo es principalmente la preparación de campeonatos, aunque también se recomienda su uso para alumnos que han sufrido alguna lesión determinada y no pueden seguir el ritmo de la clase.
Estilos de enseñanza congnitivos
Son estilos que llevan a una interiorización de los conceptos, tareas o habilidades motrices de forma más profunda por parte del alumno, buscando el aprendizaje significativo. Pretende, por tanto un mayor grado de implicación de los discentes en la tarea. El descubrimiento guiado y la resolución de problemas se incluyen en esta categoría.
El descubrimiento guiado según Manzano y Carrera (2005) se situaría a caballo entre las técnicas de instrucción directa e indagación o búsqueda. Se fundamenta en el ofrecimiento al alumno de un problema cognitivo – motriz que debe resolver mientras es guiado por el profesor hacia la respuesta correcta. Un ejemplo de la aplicación práctica al karate es el siguiente: se dice al alumno cuál va a ser el ataque concreto, como puede ser chudan tsuki. Si buscamos, por ejemplo, el desplazamiento hacia atrás hiki ashi, debemos ir guiando al alumno hasta conducirlo a la respuesta deseada que estamos buscando, mediante el refuerzo de respuestas correctas y desechando las respuestas erróneas.
La resolución de problemas es otro de los estilos cognitivos. Se da mucho protagonismo y autonomía al alumno. Respecto a la aplicación en el karate, tomando el ejemplo de chudan tsuki anterior y dejamos que el alumno actúe libremente ante dicho ataque, con lo que puede encontrar varias respuestas correctas: desplazamientos, defensas, defensas combinadas con ataques, etc. Todas las respuestas aquí son válidas, pero el docente anunciará cuáles de ellas son las que se deben seguir para llegar al aprendizaje concreto y cuáles no, por ejemplo, si nos interesa buscar los desplazamientos, desecharemos las técnicas de defensa. Con estilo, los alumnos conocen por sí mismos los diferentes desplazamientos que hay.
Si tomamos como ejemplo la práctica de kumite, estos estilos están presentes constantemente en cualquier combate, pues se busca una respuesta inmediata a los continuos problemas motrices a modo de ataque que vienen del adversario. El deportista obtiene el conocimiento de resultados de forma automática.
Estilos de enseñanza creativos
Se otorga un alto grado de autonomía al alumno para llevar a cabo el proceso de aprendizaje: elige actividades, toma decisiones, etc. Se trata por tanto de un aprendizaje abierto y flexible donde la figura del un maestro pasa a un segundo plano. Las posibilidades de este estilo son innumerables. Un ejemplo en nuestro deporte consiste en mezclar la microenseñanza con los estilos creativos: un alumno inventa una combinación de técnicas y las enseña al resto de compañeros. La puesta en práctica de esta experiencia supone bastante motivación para el alumnado.
Estilos de enseñanza socializadores
Favorecen la interacción, comunicación y relación social del alumnado. Uno de los aspectos más importantes que se pretende con este estilo es la resolución de conflictos mediante el diálogo.
Dentro del karate, los estilos socializadores pueden ser utilizados por ejemplo a modo de corrección, la mitad de los alumnos ejecutan la tarea y la otra mitad observa hasta el final. Es aquí cuando intervendrán para aportar información sobre los errores y aciertos que han hecho sus compañeros. El factor de socialización aumenta en función de la intervención del docente, quien debe moderar el debate en torno a la ejecución.
La anterior variedad de estilos de enseñanza es indicativo de que cada día se puede innovar a la hora de la transmisión de conocimientos a los alumnos, buscando un aprendizaje significativo, eficaz y consolidado en los alumnos. En las clases de karate que estamos acostumbrados a ver, impartir o recibir, existen numerosos estilos de enseñanza que se entremezclan. Esta combinación de estilos es lo que favorecerá la adquisición y riqueza de aprendizaje a los alumnos.
Bibliografía
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CUELLAR MORENO, M.J. y DELGADO NOGUERA, M.A. (2000): Lecturas: Educación Física y Deportes, www.efdeportes.com, Año 5, nº 25.
-
DELGADO NOGUERA, M.A. (1999): “Los Estilos de Enseñanza en Educación Física”. Universidad de Granada. Granada.
-
MANZANO MORENO y CARRERA SÁNCHEZ (2005): “La EF en el proceso educativo”. Ed Infornet. Madrid.
-
MOSSTON, M. y ASHWORTH, S. (1993). La enseñanza de la Educación Física. La reforma de los Estilos de Enseñanza. Barcelona: Hispano Europea.
-
SICILIA CAMACHO A. y DELGADO NOGUERA, M.A (2002): “Educación Física y Estilos de Enseñanza” Ed. Inde.
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WORLD KARATE FEDERATION (2005): Reglamentos de competición de kumite y kata. Madrid.
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05 Diciembre 2018
Cómo ser un instructor de artes marciales
Contrario a la creencia popular necesitas más que tener buenas patadas para enseñar artes marciales y vivir de ello. Como en la mayoría de los trabajos apasionantes, si quieres enseñar artes marciales para vivir de ello necesitas un buen mentor. Alguien que esté haciéndolo ahora—o que ya ha ayudado a otros a entrar en escena sin quebrarse o volverse locos o quedarse sin empleo.
PASOS
1
Date cuenta primero que a la gente no le importa cuánto karate sepas, quien te entrenó, cuántos trofeos tengas (o no tengas). Lo mejor que puedes promocionar es tu habilidad para ayudar a la gente con tu enseñanza, entre más gente puedas enseñar, mejor. Así que no te desanimes con el éxito de instructores que “lo merecen menos”. (Además, si tú miras profundamente dentro de lo que llamamos instructores menos calificados de karate, que ganan bien, usualmente tienen una lista de alumnos muy felices). Pregúntate a ti mismo esto: ¿Cuál es el beneficio número uno en mi instrucción de karate le dará a la gente? Pasa más tiempo respondiendo a esa pregunta y rara vez—si es que acaso tienes que hacerlo—tendrás que preocuparte por encontrar alumnos; ellos te encontrarán a ti.
2
Define ubicaciones posibles (los lugares que ya estén establecidos para que tú puedas dar una clase) donde puedas adquirir experiencia dando clases mientras gastas poco (o incluso cero) cantidad de dinero. Los clubs de salud; centros recreativos; iglesias; centros comunitarias—todos estos son grandes ejemplos de lugares donde tal vez puedas empezar a enseñar. Recuerda, los futuros estudiantes a los que les darás clases, no saben dónde empezaste a dar clases—así que no dejes el tema de “una situación no tan profesional” o de el espacio no tan apropiado detenga de seguir adelante. Muchos instructores exitosos empezaron de esta forma y aún son los número uno si tener que arriesgarse una cantidad importante de dinero.
3
Supera el hecho de que las artes marciales es un juego no regulado de “yo soy el maestro”. Es bueno tener credenciales, pero es una larga pérdida de tiempo conseguir rango a beneficio de qué también se ve en las páginas amarillas. De nuevo, a la gente no le importa mucho hasta que saben que tanto te importa a ti (y nunca les dan más importancia a los instructores que están más preocupados por su reconocimiento que por darles a sus estudiantes la mejor instrucción posible). Además, aunque todos los instructores deberían ser cinturón negro--no todos los cinturones negros deberían ser instructores.
4
Publicítate. Es tiempo de decirle al mundo sobre tu clase. No seas tímido: probablemente vas a tener que dejar esa idea tuya de ser el modesto Sr. Miyagi, humilde en su manera de acercarse a los alumnos. La mayoría de la gente, en el fondo de su corazón, no quieren a un entrenador que tenga un estilo humilde--ellos preferían entrenar con alguien que es más como un renegado y que no tiene miedo de decir " oye, esto es por lo que nuestro estilo es mejor que aquel y aquel y esto es porque deberías de estudiar conmigo".
5
Consigue una lista de direcciones del tipo de prospecto (en el lenguaje empresarial esto significa "estudiante de karate ideal impotencia") que pienses que podrías atraer, preferir o a quién le puedas dar clases con tu estilo personal o característica. Por ejemplo: siempre he tenido habilidad para dar clase a los niños. El objetivo de promocionar es crear a un prospecto (persona con interés en el karate) y el prospecto o de crearlo es que esa persona se vuelva un cliente (alguien que realmente está interesado y está listo y buscando una clase de karate). Si consigues el nombre y dirección de cada uno de estos prospectos potenciales--ahorrarás millones de dólares perdidos en publicidad convencional, poniendo grandes anuncios en los periódicos locales sólo para encontrar un solo prospecto. Simplemente compra a todos los prospectos y trátalos como si ya estuvieran interesados en tomar clases contigo.
6
Crea y envía por correo una cantidad mínima de seis mensajes publicitarios (preferentemente en postales--no tienen que ser brillosas, o elegantes) invitando a estos prospectos a tomar un pequeño siguiente paso (haz que tu siguiente paso sea algo fácil de hacer. No les pidas o le sugieras que gasten dinero contigo en este momento--eso es lo que todas las escuelas convencionales de karate están haciendo). Ofréceles un reporte de consumidor como: " Cinco cosas que debes de saber antes de pensar una escuela de karate o artes marciales" o “Niños karatecas: escoge una clase basada en la personalidad de tu niño”.
7
Desarrolla fuertes habilidades para tratar clientes por teléfono.
Probablemente esta es la habilidad más fuerte que vas a necesitar para volverte exitoso y bien pagado como instructor de artes marciales. Necesitas poseer la habilidad de pasar a alguien de una persona que habla pasivamente en el teléfono a ser un participante activo. Y estarás haciendo esto: que cada una de las personas que te llamen se comprometa y vayan a una clase de introducción. Puedes hacer que tu clase de introducción sea gratuita o puedes ofrecer una pequeña tarifa para probar tu instrucción.
8
Ten habilidad de poder pedirle a tus prospectos el dinero una vez que hayan demostrado el interés real. La mejor manera de hacer esto es practicar un gente con la que no has usado dinero (puedes hacer un juego de rol es con tus amigos, familiares, esposa, etc.). Siéntate o párate enfrente de ellos y diles que actúen como si acabaran de terminar una clase gratis contigo… Entonces practica diciendo " la mejor parte de nuestro programa es que todo lo que necesitas hacer en este momento para empezar es gastar sólo 295 dólares--¿Cómo quieres hacer eso, con cheque, efectivo o tarjeta de crédito”?
9
Muestra tu garra. Ahora eres un instructor profesional de artes marciales (porque ya te pagaron), sólo toma la otra mitad del trabajo como profesional. La primera parte de volverse un instructor profesional de artes marciales es que te paguen y la otra mitad es mantener tu promesa, ahora tu trabajo es diseñar cada clase como si fuera la última. Enseña con entusiasmo y enseña como si tuvieras una bola de cristal… Y haz como si estuvieras viendo a tu siguiente estudiante en una visión en que renunciará. ¿Qué tan diferentes daría su clase si tu bola de cristal tu vera dicho que la siguiente clase sería su última clase?
CONSEJOS
· También es una buena idea abrir una cuenta de banco especial y usar bouchers para recolectar tu pago mensual (de este modo ni siquiera tienes que parecer algo malo).
· La mayoría se enfocan en adultos, y las clases de niños son como algo extra. Como una estrategia de publicidad, puedes considerar la al revés.
· * Una sesión de dos horas de clase para niños de 4 a 6 de la tarde durante los días laborales es esencialmente un programa después de clases. Si no tienes niños, no tienes idea del alivio que es para un Padre trabajador tener un lugar supervisado donde puedan resguardar a sus niños un par de horas entre el tiempo que ellos están en escuela y el momento en que los Padres llegan a la casa. Si puedes darles ese lugar, te pagarán muy felizmente.
o Si vas a tomar esta ruta tomar esta ruta, busca un seguro médico.
· * Tal vez quieras tener una certificación como paramédico, en primeros auxilios, una certificación como maestro de educación física o algún otro entrenamiento auxiliar.
· * Dile a los niños (y a sus Padres) que pelean fuera de la clase de karate, están fuera del programa. Estas enseñándoles artes marciales no estás enseñando pandillerismo.
ADVERTENCIAS
· No habrás un local de tiempo completo o en una zona comercial demasiado pronto. Espérate hasta que tengas el 150% de tus gastos operacionales cubiertos y asegúrate de que estás llegando al punto financiero mensualmente--no sólo esporádicamente.
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